lunes, 23 de noviembre de 2009

Selección de sexo

DOCUMENTO SOBRE
SELECCIÓN DE SEXO
Elaborado por el Grupo de Opinión
del Observatori de Bioètica i Dret
Parc Científic de Barcelona
Barcelona, febrero de 2003
OBSERVATORI DE BIOÈTICA I DRET
C/ Baldiri Reixac, 4-6
Torre D, 4t
08028 - Barcelona
e-mail: obd@pcb.ub.es
http://www.ub.es/fildt/bioetica.htm
http://www.bioeticayderecho.ub.es
http://www.bioeticayderecho.com
FUNDACION PRIVADA
VILA CASAS
Imprime: Signo Impressió Gràfica, S.A.
C. Múrcia, 54 d, Pol. Ind. Can Calderon
08830 Sant Boi de Llobregat - Barcelona
Depósito Legal: B-2.835-2003
Portada: Espermatozoides humanos. La señal verde corresponde al cromosoma X y la señal
roja corresponde al cromosoma Y.
Imagen cedida por Marta Sánchez y Zaida Sarrate. Unidad de Biología Celular.
Universidad Autónoma de Barcelona.
3
PRESENTACIÓN
El Grupo de Opinión del Observatori de Bioètica i Dret, con sede en el
Parc Científic de Barcelona, surgió para tratar de dar respuesta a la necesidad
de analizar científicamente y desde un punto de vista pluridisciplinar,
las implicaciones éticas, sociales y jurídicas de las biotecnologías y para
proponer después actuaciones concretas.
La creación del Observatori de Bioètica i Dret se llevó a cabo con la intención
de participar en el diálogo universidad/sociedad, con la finalidad de
hacer oír su voz en el conjunto de la sociedad y, más específicamente, ante
los organismos públicos, administrativos o políticos que regulan y controlan
las actividades de investigación y la aplicación de las nuevas tecnologías.
Ello requiere también la voluntad de establecer relación con los medios
de comunicación para mejorar la calidad de la información.
En este caso, el grupo ha analizado la posibilidad de seleccionar el sexo de
los futuros hijos, cuestión que en el momento actual suscita controversia
ya que, la prohibición legal existente está siendo puesta en cuestión.
Ante esta nueva situación se requiere profundizar en el debate social informado,
para que se pueda generar el suficiente consenso que acredite la
conveniencia de reformar la normativa jurídica de la manera más acorde
con el sentir social. En este tema, como suele suceder en Bioética, se requiere
una especial disposición para el diálogo pluridisciplinar, que englobe
los planteamientos ético-filosóficos, los demográficos, los jurídicos y
los socio-sanitarios, y que se base en una fuerte base técnica y científica,
aportada por aquellas disciplinas cuyas nuevas posibilidades desencadenan
el debate.
Por ello, el grupo ha sido coordinado por un médico especialista en reproducción
humana, el Dr. Josep Egozcue, y una jurista, la Dra. María Casado,
y ha contado con la aportación de los especialistas en biología celular y
embriología, medicina, enfermería, filosofía, demografía, antropología y
derecho que se relacionan en el anexo, y con la colaboración de “Opinión
Quiral” de la Fundación Privada Vila Casas.

5
PREÁMBULO
Durante muchos años, la posibilidad de elegir de forma fiable el sexo de
los hijos se limitaba al infanticidio, al abandono de los descendientes de
sexo no deseado o, recientemente en ciertos países, al aborto selectivo después
de una ecografía. Recientemente, la posibilidad de determinar el sexo
en embriones preimplantatorios, así como la puesta a punto de una técnica
de separación de los espermatozoides portadores de un cromosoma X o de
un cromosoma Y por citometría de flujo ha reabierto el debate respecto a la
posibilidad de elegir el sexo de los hijos, y esta posibilidad
–actualmente prohibida por la mayoría de las legislaciones si no se realiza
por razones de carácter diagnóstico o terapéutico–, enfrenta a problemas
morales y jurídicos que deben ser explicitados y debatidos.
Los primeros casos de selección de sexo por sexado de embriones se incluyeron
en el informe correspondiente al año 2001 del comité ad hoc de la
European Society of Human Reproduction and Embryology, a pesar de
que dicha Sociedad condena formalmente esta técnica. La postura de la
American Society of Reproductive Medicine fue un tanto ambigua, al aprobar
primero y condenar después el sexado de embriones. La separación de
espermatozoides por citometría de flujo para la selección del sexo se utiliza
ya en Estados Unidos y en Bélgica. Y la Human Fertilisation and
Embryology Authority del Reino Unido ha decidido estudiar la posibilidad
de autorizar este método. Todo ello ha reavivado un debate al que este
Documento pretende aportar información y puntos de vista racionales y
razonables, tanto para participar en el debate público sobre la cuestión como
para proporcionar pautas a la administración y al legislador con vistas a
una posible modificación de la normativa existente.
La sociedad en que vivimos es una sociedad plural, constituida por individuos
y colectivos con intereses y sensibilidades diversos, potencialmente
en conflicto, en la cual el ciudadano no constituye simplemente una pieza
más en la suma de la voluntad común, y en la que la función de las estructuras
estatales es conciliar los distintos planteamientos en el marco de los
principios establecidos por la Constitución, instrumentando las soluciones
a través de leyes parlamentarias. Desde aquí preconizamos un planteamiento
que busque pautas de conducta asumibles, tomando siempre como punto
de partida los hechos demostrados científicamente, y como marco para el
establecimiento de lo que es o no es aceptable el referente que proporcionan
los Derechos Humanos. Se trata, pues, de seguir una vía de carácter
6
científico y jurídico que se apoya en la construcción de valores morales y
culturales, y su plasmación en normas.
Las instituciones, los sectores políticos y la sociedad en general deben ser
comprensiva con aquellas opciones que no impliquen un sacrificio desorbitado
para la comunidad y, en este contexto, el punto de partida es respetar
la decisión razonada de las personas, que son las que eligen y deciden
sobre sus procesos reproductivos. Creemos que las normas que se establezcan
en estos campos deben de estar imbuidas de la idea de vigencia
temporal, ya que el ritmo de los descubrimientos científicos y el de la reflexión
y normativización son necesariamente distintos. Es preciso que el
consenso normativo se establezca a partir de los datos empíricos y en el
marco de lo establecido por los derechos reconocidos.
En España existen normas jurídicas directamente aplicables: la ley 35/1988,
de 22 de noviembre, por la que se regulan las técnicas de reproducción
asistida humana; el Convenio de Derechos Humanos y Biomedicina, en
vigor nuestro país desde uno de enero de 2000 y el Código Penal de 1995.
Las dos primeras la prohíben mientras que el Código Penal vigente no la
tipifica en su capítulo sobre manipulaciones genéticas, por lo cual se colige
que el legislador no considera esta conducta lo bastante grave como para
hacerla acreedora de reproche penal. Pero el presente Documento propugna
introducir modificaciones, en tanto que consideramos que la selección
de sexo por razones no terapéuticas debe ser admitida, en determinadas
circunstancias, siempre que no sea utilizada como sistema de discriminación
y que los medios que se utilicen para efectuarla sean proporcionados.
Estimamos que, actualmente, la prohibición tajante del Estado sobre la selección
del sexo constituye una barrera que limita la decisión ciudadana
mientras que, a la vez, resulta inefectiva para evitar el fantasma de los
“hijos a la carta” y no se justifica en nuestro contexto por razones reales de
peligro, ni siquiera de tipo demográfico. Se debe tener en cuenta que cualquier
decisión de política jurídica se toma en unas coordenadas espaciotiempo
concretas y finitas. Y si se trata de una decisión que vincula con
carácter general, debe prevalecer el interés general sobre el particular, pero
si se trata, por el contrario, de una decisión que afecta a personas concretas,
debe proteger y ponderar los intereses en juego de las partes implicadas.
En todo caso, quien decide en derecho debe plantearse si su resolución
afecta a derechos fundamentales y puede entrar en colisión con otros dere7
chos, con los intereses de los afectados, o con principios y valores como la
dignidad humana –que puede ser entendida de muy diversas formas–.
Este grupo de opinión del Observatori de Bioètica i Dret trata de partir en
sus propuestas de la libertad, no del miedo, estableciendo luego las condiciones
de su ejercicio y los límites, si es necesario. Y propugna que es
posible establecer acuerdos respecto a lo que hay que hacer en determinadas
circunstancias, aunque se difiera en las razones para ello. Sólo en la
consideración que, desde principios distintos se puede convenir en las mismas
pautas, concretas y revisables, se puede ir avanzando en el tratamiento
y la resolución de los problemas bioéticos.

9
DECLARACIÓN
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Considerando que los problemas que generan las nuevas tecnologías reproductivas
sólo pueden afrontarse en el contexto de la discusión plural, el
encuentro entre especialistas de distintas disciplinas científicas y sociales
y un debate social profundo.
Considerando que uno de los fines de la actividad estatal es promover la
salud y la investigación científica, orientadas a la mejora de la calidad de
vida del ser humano.
Considerando que las elecciones reproductivas pertenecen a los sujetos
que pueden efectuarlas de la manera que consideren conveniente.
Considerando que, si se cumplen determinados requisitos, no se encuentran
objeciones razonables a la selección de sexo por razones no terapéuticas.
Considerando que es necesario contribuir al debate social con el fin de
crear elementos que orienten la política legislativa del Estado.
Conscientes de que los criterios de actuación en bioética deben ser revisados
periódicamente en función del desarrollo de la ciencia.
El Grupo de Opinión del Observatori de Bioètica i Dret ha llegado a las
siguientes

11
CONCLUSIONES
1. La selección de sexo no debe utilizarse nunca como un sistema de
discriminación:
Los estudios actualmente disponibles señalan que, ni en nuestro país ni en
los de nuestro entorno, existe una preferencia definida por ninguno de los
sexos y, que desde un punto de vista demográfico, permitir la elección de
sexo a los padres que lo deseen no sería un factor que introdujese desequilibrios.
Las tradiciones culturales que valoran como preferible el nacimiento de un
hijo varón acuden, desgraciadamente, a métodos cruentos para asegurarse
la descendencia del sexo deseado. La exposición y el infanticidio femenino,
el aborto de fetos femeninos –tras ecografía–, el abandono de las niñas
recién nacidas o las conocidas consecuencias de la ley del hijo único, constituyen
realidades reprobables, que felizmente no están presentes en nuestra
sociedad.
2. Aunque no es posible hablar de la existencia de un derecho a elegir el
sexo de los futuros hijos, estimamos que no es razonable que el Estado lo
prohíba –como sucede actualmente– sino que debería autorizarse si existen
técnicas fiables y si los medios empleados para ello son proporcionados
al fin que se busca conseguir:
De la misma manera que ya se establece una ponderación entre los objetivos
buscados (tener un hijo sano) y los medios utilizados (el diagnóstico
preimplantatorio) y se autoriza la selección de sexo por motivos diagnósticos
o terapéuticos (con el correspondiente descarte de embriones, potencialmente
sanos, del sexo que puede resultar afectado), consideramos que
la selección de espermatozoides es una técnica sencilla e inocua, cuya utilización
puede ser considerada proporcionada a la finalidad de satisfacer
un deseo legítimo, pero no crucial, como es el sexo del futuro nacido.
3. La selección de sexo mediante selección de espermatozoides por la
razón de satisfacer las preferencia de los padres, debería autorizarse.
En general, se recurre al argumento del “equilibrio familiar” –reflejo del
valor diversidad– para justificar la selección del sexo de los hijos. Pero,
aunque este pueda ser el motivo más frecuente para la selección, parece
12
más razonable aceptar la mera preferencia para autorizar dicha selección,
en la medida en que para ciertas personas el sexo del futuro hijo puede
tener una especial significación. El interés del hijo y la evitación de un
posible aborto terapéutico –basado en la salud psíquica de la gestante, o en
la libre elección dentro de un posible sistema de ley de plazos– aconsejan
no supeditar la selección de sexo al requisito del “equilibrio familiar”.
Se debe exigir una información completa a los profesionales que comprenda
los porcentajes de éxito de la técnica de forma clara para que el consentimiento
de la mujer o de la pareja, sea totalmente informado y evitar posibles
abusos. En la actualidad, las técnicas de separación de espermatozoides
por citometría de flujo ofrecen una fiabilidad de aproximadamente un 90%
para la obtención de niñas, y de tan sólo algo más del 60% para la obtención
de niños.
4. La selección de sexo mediante selección de embriones es un medio,
en principio, desproporcionado para la finalidad buscada. Sin embargo
podría aceptarse en ciertos supuestos si se cumplen determinados requisitos:
a) Si el diagnóstico preimplantatorio se efectúa sólo para elegir el sexo,
será necesario el compromiso formal de la pareja de utilizar o donar los
embriones del sexo no deseado para la reproducción.
b) Si el diagnóstico preimplantatorio se efectúa por razones diagnósticas,
el criterio de elección será siempre el criterio científico de mayor garantía
reproductiva y en el caso de que haya embriones igualmente sanos y viables
de distinto sexo se informará a la pareja para que decida sobre su
transferencia.
Debe entenderse que el criterio científico de mayor garantía para la finalidad
de tener hijos sanos a que se encamina el proceso de reproducción
asistida es el criterio prioritario y que la elección del sexo sólo se podrá
considerar si los anteriores criterios han sido cumplidos.
En ambos casos, la aceptación o no en un programa de donación dependerá
de que los embriones –y los donantes– cumplan los criterios de donación
establecidos legal y científicamente.
13
RELACIÓN DE MIEMBROS DEL GRUPO DE OPINIÓN
DEL OBSERVATORI DE BIOÈTICA I DRET QUE HAN
ELABORADO ESTE DOCUMENTO
María Casado. Directora del Observatori de Bioètica i Dret y del Máster
de Bioética y Derecho de la Universitat de Barcelona.
Josep Egozcue. Catedrático de Biología Celular. Universitat Autònoma
de Barcelona.
Pilar Antón. Profesora Titular de Ética y Legislación. Universitat de Barcelona.
Maria Jesús Buxó. Catedrática de Antropología Cultural. Universitat de
Barcelona.
Mirentxu Corcoy. Catedrática de Derecho Penal. Universitat de Barcelona.
Roser González Duarte. Catedrática de Genética. Universitat de Barcelona.
Fernando Marina. Biólogo. Instituto CEFER. Barcelona.
Simón Marina. Médico. Instituto CEFER. Barcelona.
María Jesús Montoro. Catedrática de Derecho Administrativo. Universitat
de Barcelona.
Jaime Peris. Catedrático de Derecho Penal. Universidad de Murcia.
Francesca Puigpelat. Catedrática de Filosofía del Derecho. Universitat
Autònoma de Barcelona.
Albert Royes. Profesor de Ética Médica, Facultad de Medicina. Universitat
de Barcelona.
Javier Sádaba. Catedrático de Ética. Universidad Autónoma de Madrid.
14
Ana Sánchez Urrutia. Profesora Titular de Derecho Constitucional.
Universitat de Barcelona.
Josep Santaló. Profesor de Biología de la Reproducción. Departament de
Biologia Cel•lular. Universitat Autònoma de Barcelona.
Carlos Simón. Director de Investigación del Instituto Valenciano de Infertilidad.
Valencia.
Ramon Valls. Catedrático de Historia de la Filosofía y Síndic de Greuges
de la Universitat de Barcelona.
Anna Veiga. Directora del Servei de Biologia, Departament de Ginecología.
Institut Universitari Dexeus. Barcelona.
Francesca Vidal. Catedrática de Biología de la Reproducción.
Departament de Biologia Cel•lular. Universitat Autònoma de Barcelona.
DOCUMENT SOBRE
SELECCIÓ DEL SEXE
Elaborat pel Grup d’Opinió
de l’Observatori de Bioètica i Dret
Parc Científic de Barcelona
Barcelona, febrer de 2003
OBSERVATORI DE BIOÈTICA I DRET
C/ Baldiri Reixac, 4-6
Torre D, 4t
08028 - Barcelona
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VILA CASAS

17
PRESENTACIÓ
El Grup d’Opinió de l’Observatori de Bioètica i Dret, amb seu al Parc
Científic de Barcelona, va sorgir per tractar de donar resposta a la necessitat
d’analitzar científicament i des d’un punt de vista pluridisciplinari les
implicacions ètiques, socials i jurídiques de les biotecnologies i per proposar,
després, actuacions concretes.
La creació de l’Observatori de Bioètica i Dret es va dur a terme amb la
intenció de participar en el diàleg entre universitat i societat i amb la finalitat
de fer sentir la seva veu en el conjunt de la societat i, més específicament,
davant els organismes públics, administratius o polítics que regulen
i controlen les activitats d’investigació i l’aplicació de les noves tecnologies.
Aquest objectiu també requereix la voluntat d’establir relació amb els
mitjans de comunicació, per millorar la qualitat de la informació.
En aquest cas, el grup ha analitzat la possibilitat de seleccionar el sexe dels
futurs fills, qüestió que avui dia suscita controvèrsia ja que la prohibició
legal generalitzada que actualment hi ha s’està posant en dubte.
Davant d’aquesta situació nova, cal aprofundir en el debat social informat,
de manera que es pugui generar el consens suficient que acrediti la conveniència
de reformar la normativa jurídica de la manera que s’acosti més al
sentiment social. En aquest tema, com sol passar en el camp de la bioètica,
es necessita una disposició especial per al diàleg pluridisciplinari, que englobi
els plantejaments ètics i filosòfics, els demogràfics, els jurídics i els
sociosanitaris, i que es recolzi en una base tècnica i científica forta, aportada
per aquelles disciplines les noves possibilitats de les quals desencadenen
el debat.
Per aquesta raó, un metge especialista en reproducció humana, el Dr. Josep
Egozcue, i una jurista, la Dra. María Casado, han coordinat el grup, que ha
comptat amb l’aportació dels especialistes en biologia cel•lular i en embriologia,
en medicina, en infermeria, en filosofia, en demografia, en antropologia
i en dret que es relacionen en l’annex, i amb la col•laboració
d’“Opinió Quiral” de la Fundació Privada Vila Casas.

19
PREÀMBUL
Durant molts anys, la possibilitat d’elegir de manera fiable el sexe dels fills
es limitava a l’infanticidi, a l’abandó dels descendents de sexe no desitjat
o, modernament en certs països, a l’avortament selectiu després d’una ecografia.
Recentment, la possibilitat de determinar el sexe en embrions preimplantacionals,
així com la posada a punt d’una tècnica de separació dels
espermatozoides portadors d’un cromosoma X o d’un cromosoma Y per
citometria de flux, ha reobert el debat respecte a la possibilitat d’elegir el
sexe dels fills. I aquesta possibilitat –actualment prohibida per la majoria
de les legislacions si no es du a terme per raons de caràcter diagnòstic o
terapèutic– comporta problemes morals i jurídics que s’han d’explicitar i
debatre.
Els primers casos de selecció de sexe per sexatge d’embrions es van incloure
en l’informe corresponent a l’any 2001 del comitè ad hoc de
l’European Society of Human Reproduction and Embryology, a pesar que
aquesta societat condemna formalment aquesta tècnica. La postura de
l’American Society of Reproductive Medicine va ser un mica ambigua, en
aprovar primer i condemnar després el sexatge d’embrions. La separació
d’espermatozoides per citometria de flux per a la selecció del sexe ja es fa
servir als Estats Units i a Bèlgica. I la Human Fertilisation and Embryology
Authority del Regne Unit ha decidit estudiar la possibilitat d’autoritzar
aquest mètode. Tot això ha revifat un debat a què aquest document pretén
aportar informació i punts de vista racionals i raonables, tant per poder
participar en el debat públic sobre la qüestió com per proporcionar pautes a
l’Administració i al legislador amb vista a una possible modificació de la
normativa existent.
La societat en què vivim és una societat plural, constituïda per individus i
col•lectius amb interessos i sensibilitats diversos, potencialment en conflicte,
en què el ciutadà no és simplement una peça més en la suma de la
voluntat comuna i en què la funció de les estructures estatals és conciliar
els diversos plantejaments en el marc dels principis establerts per la Constitució,
instrumentalitzant les solucions a través de lleis parlamentàries.
Des d’aquí preconitzem un plantejament que busqui pautes de conducta
assumibles, prenent sempre com a punt de partida els fets demostrats científicament
i, com a marc per a l’establiment del que és o no és acceptable,
el referent que proporcionen els drets humans. Es tracta, doncs, de seguir
20
una via de caràcter científic i jurídic que es recolza sobre la construcció de
valors morals i culturals, i sobre la plasmació d’aquests valors en normes.
Les institucions, els sectors polítics i la societat en general han de ser comprensius
amb les opcions que no impliquen un sacrifici desorbitat per a la
comunitat i, en aquest context, el punt de partida és respectar la decisió
raonada de les persones que, són les que elegeixen i decideixen sobre els
seus processos reproductius. Creiem que les normes que s’estableixin en
aquests camps han d’estar imbuïdes de la idea de vigència temporal, ja que
el ritme dels descobriments científics i el de la reflexió i la normativització
són necessàriament distints. Cal que el consens normatiu s’estableixi a partir
de les dades empíriques i en el marc d’allò que s’ha establert pels drets
reconeguts.
A Espanya hi ha normes jurídiques directament aplicables; la Llei 35/1988,
de 22 de novembre, per la qual es regulen les tècniques de reproducció
assistida humana; el Conveni de drets humans i biomedicina, en vigor al
nostre país des de l’1 de gener de 2000 i el Codi penal de 1995. Les dues
primeres la prohibeixen, mentre que el Codi penal vigent no la tipifica en
el capítol sobre manipulacions genètiques, per la qual cosa s’infereix que
el legislador no considera prou greu aquesta conducta per fer-la creditora
de retret penal. Però aquest document propugna introduir modificacions,
en la mesura que estimem que la selecció del sexe per raons no terapèutiques
s’ha d’admetre, en determinades circumstàncies, sempre que no sigui
utilitzada com a sistema de discriminació i sempre que els mitjans que
s’utilitzin per efectuar-la siguin proporcionats.
Estimem que, actualment, la prohibició contundent de l’Estat sobre la selecció
del sexe constitueix una barrera que limita la decisió ciutadana, mentre
que, al mateix temps, resulta ineficaç per evitar el fantasma dels “fills a la
carta” i no es justifica en el nostre context per raons reals de perill, ni tan
sols de tipus demogràfic. S’ha de tenir en compte que qualsevol decisió de
política jurídica es pren en unes coordenades d’espai i de temps concretes
i finites. I si es tracta d’una decisió que vincula amb caràcter general, ha de
prevaler l’interès general sobre el particular; però si es tracta, al contrari,
d’una decisió que afecta persones concretes, ha de protegir i ponderar els
interessos en joc de les parts implicades. En tot cas, qui decideix en dret
s’ha de plantejar si la seva resolució afecta drets fonamentals i pot entrar
en col•lisió amb altres drets, amb els interessos dels afectats o amb princi21
pis i valors com ara la dignitat humana, que pot ser entesa de maneres molt
diverses.
Aquest grup d’opinió de l’Observatori de Bioètica i Dret intenta partir, en
les propostes que fa, de la llibertat, no de la por, i després estableix les
condicions per exercir-la i els límits, si és necessari. I propugna que és
possible establir acords respecte al que cal fer en determinades circumstàncies,
encara que es difereixi en les raons per fer-ho. Només en la consideració
que des de principis diferents es pot estar d’acord en les mateixes
pautes, concretes i revisables, es pot anar avançant en el tractament i la
resolució dels problemes bioètics.

23
DECLARACIÓ
EXPOSICIÓ DE MOTIUS
Considerant que els problemes que generen les noves tecnologies reproductives
només es poden afrontar en el context de la discussió plural, la
trobada entre especialistes de diferents disciplines científiques i socials i
un debat social profund.
Considerant que una de les finalitats de l’activitat estatal és promoure la
salut i la investigació científica, orientades a la millora de la qualitat de
vida de l’ésser humà.
Considerant que les eleccions reproductives pertanyen als subjectes, que
poden efectuar-les de la manera que consideren convenient.
Considerant que, si es compleixen determinats requisits, no es troben objeccions
raonables a la selecció del sexe per raons no terapèutiques.
Considerant que és necessari contribuir al debat social a fi de crear elements
que orientin la política legislativa de l’Estat.
Conscients que els criteris d’actuació en bioètica s’han de revisar periòdicament
d’acord amb el desenvolupament de la ciència.
El Grup d’Opinió de l’Observatori de Bioètica i Dret ha arribat a les següents

25
CONCLUSIONS
1. No s’ha d’utilitzar mai la selecció del sexe com un sistema de discriminació
Els estudis actualment disponibles assenyalen que, ni en el nostre país ni
en els del nostre entorn, no hi ha una preferència definida per cap dels
sexes i que, des d’un punt de vista demogràfic, el fet de permetre elegir el
sexe als pares que ho vulguin fer no seria un factor que introduís desequilibris.
Les tradicions culturals que valoren com a preferible el naixement d’un
fill mascle recorren, desgraciadament, a mètodes cruents per assegurarse
la descendència del sexe desitjat. L’exposició i l’infanticidi femení,
l’avortament de fetus femenins –després de l’ecografia–, l’abandó de
les nenes nounades o les conegudes conseqüències de la llei del fill
únic, constitueixen realitats reprovables que feliçment no són presents
en la nostra societat.
2. Encara que no és possible parlar de l’existència d’un dret a elegir el
sexe dels futurs fills, estimem que no és raonable que l’Estat ho prohibeixi
–com succeeix actualment– sinó que s’hauria d’autoritzar, si hi ha
tècniques fiables i si els mitjans emprats són proporcionats a la finalitat
que es persegueix
De la mateixa manera que ja s’estableix una ponderació entre els objectius
buscats (tenir un fill sa) i els mitjans utilitzats (el diagnòstic preimplantatori)
i s’autoritza la selecció del sexe per motius diagnòstics o terapèutics (amb
l’exclusió corresponent d’embrions potencialment sans del sexe que pot
resultar afectat), considerem que la selecció d’espermatozoides és una tècnica
senzilla i innòcua, la utilització de la qual es pot considerar proporcionada
a la finalitat de satisfer un desig legítim, però no crucial, com ara el
sexe del futur nadó.
3. La selecció del sexe per mitjà de la selecció d’espermatozoides per la
raó de satisfer les preferències dels pares s’hauria d’autoritzar
En general, es recorre a l’argument de l’“equilibri familiar” –reflex del
valor diversitat– per justificar la selecció del sexe dels fills. Però, encara
que aquest pugui ser el motiu més freqüent, sembla més raonable
26
acceptar la mera preferència per autoritzar la selecció esmentada, en la
mesura que per a certes persones el sexe del futur fill pot tenir una
significació especial.
L’interès del fill i l’evitació d’un possible avortament terapèutic –basat en
la salut psíquica de la gestant o en la lliure opció dins un possible sistema
de llei de terminis– aconsellen de no supeditar la selecció del sexe al requisit
de l’“equilibri familiar”.
S’ha d’exigir als professionals una informació completa que comprengui
els percentatges d’èxit de la tècnica de manera clara, perquè el consentiment
de la dona o de la parella sigui totalment informat i per evitar
possibles abusos. Actualment, les tècniques de separació d’espermatozoides
per citometria de flux ofereixen una fiabilitat d’un 90% aproximadament
per a l’obtenció de nenes, i de tan sols una mica més del
60% per a l’obtenció de nens.
4. La selecció del sexe per mitjà de la selecció d’embrions és un mitjà, en
principi, desproporcionat per a la finalitat buscada. No obstant això, es
podria acceptar en certs supòsits si es compleixen determinats requisits
a) Si el diagnòstic preimplantatori s’efectua només per elegir el sexe, serà
necessari el compromís formal de la parella d’utilitzar o donar els embrions
del sexe no desitjat per a la reproducció.
b) Si el diagnòstic preimplantatori s’efectua per raons diagnòstiques, el
criteri d’elecció serà sempre el criteri científic que tingui més garantia
reproductiva i, en cas que hi hagi embrions igualment sans i viables de
sexe diferent, se n’informarà la parella perquè decideixi sobre la transferència.
S’ha d’entendre que el criteri científic de més garantia per a la finalitat de
tenir fills sans a què s’encamina el procés de reproducció assistida és el
criteri prioritari, i que l’elecció del sexe només es podrà considerar si s’han
complert els criteris anteriors.
En aquests dos casos, l’acceptació o no en un programa de donació dependrà
del fet que els embrions –i els donants– compleixin els criteris de donació
establerts, legalment i científicament.
27
RELACIÓ DE MEMBRES DEL GRUP D’OPINIÓ DE
L’OBSERVATORI DE BIOÈTICA I DRET QUE HAN ELABORAT
AQUEST DOCUMENT
María Casado. Directora de l’Observatori de Bioètica i Dret i del Màster
de Bioètica i Dret de la Universitat de Barcelona.
Josep Egozcue. Catedràtic de Biologia Cel•lular. Universitat Autònoma
de Barcelona.
Pilar Antón. Professora titular d’Ètica i Legislació. Universitat de Barcelona.
Maria Jesús Buxó. Catedràtica d’Antropologia Cultural. Universitat de
Barcelona.
Mirentxu Corcoy. Catedràtica de Dret Penal. Universitat de Barcelona.
Roser González Duarte. Catedràtica de Genètica. Universitat de Barcelona.
Fernando Marina. Biòleg. Institut CEFER. Barcelona.
Simón Marina. Metge. Institut CEFER. Barcelona.
María Jesús Montoro. Catedràtica de Dret Administratiu. Universitat de
Barcelona.
Jaime Peris. Catedràtic de Dret Penal. Universitat de Múrcia.
Francesca Puigpelat. Catedràtica de Filosofia del Dret. Universitat Autònoma
de Barcelona.
Albert Royes. Professor d’Ètica Mèdica, Facultat de Medicina. Universitat
de Barcelona.
Javier Sádaba. Catedràtic d’Ètica. Universitat Autònoma de Madrid.
28
Ana Sánchez Urrutia. Professora titular de Dret Constitucional. Universitat
de Barcelona.
Josep Santaló. Professor de Biologia de la Reproducció. Departament de
Biologia Cel•lular. Universitat Autònoma de Barcelona.
Carlos Simón. Director d’Investigació de l’Institut Valencià d’Infertilitat.
València.
Ramon Valls. Catedràtic d’Història de la Filosofia i Síndic de Greuges de
la Universitat de Barcelona.
Anna Veiga. Directora del Servei de Biologia. Departament de Ginecologia.
Institut Universitari Dexeus, Barcelona.
Francesca Vidal. Catedràtica de Biologia de la Reproducció, Departament
de Biologia Cel•lular. Universitat Autònoma de Barcelona.
DECLARATION ON
SEX SELECTION
Prepared by the Opinion Group of
Bioethics and Law Obsevartory
Scientific Park of Barcelona
Barcelona, february 2003
OBSERVATORI DE BIOÈTICA I DRET
C/ Baldiri Reixac, 4-6
Torre D, 4t
08028 - Barcelona
e-mail: obd@pcb.ub.es
http://www.ub.es/fildt/bioetica.htm
http://www.bioeticayderecho.ub.es
http://www.bioeticayderecho.com
FUNDACION PRIVADA
VILA CASAS

31
INTRODUCTION
The Bioethics and Law Observatory Opinion Group based at the Scientific
Park of Barcelona, was formed to study the ethical, social and legal implications
of new biotechnology techniques from a scientific and
multidisciplinary point of view, and to make specific proposals for legislative
action.
The Bioethics and Law Observatory itself was created with a view to participating
in the university-society dialogue and making its voice heard in
the wider society; more specifically its aim was to make submissions to the
public, administrative and political bodies which regulate and control research
and the application of new technologies. To achieve these aims it is
also necessary to maintain a fluid relationship with the media, so as to
improve the quality of information available.
In this particular case, the group has studied the issue of sex selection for
non-medical reasons. The general legal prohibition on this practice which
exists in Spain is now being questioned.
The issue demands informed social debate if we are to achieve a consensus
for a modification of the law which will be in keeping with the wishes of
society. As tends to occur with issues in Bioethics, there is a great need for
multidisciplinary dialogue encompassing ethical, philosophical, demographic,
legal, social and health aspects. In addition, the debate needs to be
solidly based on technical and scientific input from the disciplines whose
advances underlie the field.
Therefore, the group has been coordinated by a medical specialist in human
reproduction, Dr. Josep Egozcue, and by a jurist, Dr. María Casado,
and has received submissions from specialists in cell biology and embryology,
medicine, nursing, philosophy, demography, anthropology and law, as
acknowledged in the annex, and with the collaboration of Quiral’s Opinion
by Vila Casas Private Foundation.

33
PREAMBLE
For many years the only reliable means of sex selection was infanticide,
the abandonment of children of the unwanted sex and, more recently in
certain countries, selective abortion. Recently, the possibility of determining
the sex of pre-implantation embryos, and the perfection of a flow
cytometry technique for separation of X or Y chromosome-bearing sperm
has reopened the debate. Sex selection, prohibited in most countries unless
carried out for diagnostic or therapeutic purposes, gives rise to moral and
legal dilemmas which demand a well-founded social debate.
The first cases of gender selection by embryo sexing were recorded in its
2001 report by the ad hoc committee of the European Society of Human
Reproduction and Embryology. However, the Society formally condemned
the technique. The position taken by the American Society of Reproductive
Medicine was somewhat ambiguous, in firstly condoning and later
condemning embryo sexing. Sperm sorting by flow cytometry for sex selection
is now used in the United States and in Belgium, and the Human
Fertilisation and Embryology Authority of the United Kingdom has decided
to consider the possibility of authorising this method. These developments
have reactivated a debate to which this Declaration aims to
contribute. Our purpose is to provide information and a point of view which
is both rational and reasonable, to participate in the public debate and to
offer guidelines for possible future modification of our existing law.
The society in which we live is a plural one, made up of individuals and
groups with their own interests and varied sensitivities, all potentially in
conflict, and in which the individual is not a mere cog in the machine of
common will. In such a society the function of the state’s structures is to
reconcile the various views in accordance with the principles established
by the Constitution, through the enactment of parliamentary laws. We must
seek practical guidelines for action, guidelines that are acceptable and based
on scientifically demonstrated fact, and we must determine what is and
what is not acceptable by reference to Human Rights. This requires consideration
of science, law and cultural and moral values in the drawing up of
laws.
Institutions, politicians and society in general must be tolerant of those
options which do not demand an extreme sacrifice on the part of the community
as a whole. And the starting point must be that it is people them34
selves who have the right to make decisions regarding their own reproduction
processes. We also believe that the rules established in these fields
must be advanced in a spirit of provisionality, since the pace of scientific
discovery and that of corresponding legislation are by nature different.
Legislative consensus must be established on the basis of empirical data
and in accordance with recognised rights.
In Spain there exists directly applicable legislation: Law 35/1988, of 22
November, regulating assisted human reproduction; the Convention on
Human Rights and Biomedicine, applicable in Spain since 1 January, 2000
and the 1995 Penal Code. The first two prohibit sex selection while the
Penal Code does not mention it in its section on genetic manipulation,
leading to understand that the practice is not seen as sufficiently severe to
deserve penal punishment. In this Declaration, we propose modifications
to the legislation: we believe that sex selection for non-medical reasons
should be permitted, in certain circumstances, on condition that it is not
used in a discriminatory way, and that the means used are proportionate to
the purposes.
In our view, the present absolute prohibition on sex selection constitutes an
obstacle to the free choice of citizens and is ineffective as a means of preventing
the “made to measure children” nightmare. There are no real reasons
or risks, not even demographic ones, in our setting to justify such a
ban. It must be borne in mind that legislative decisions are taken in a concrete
and finite set of time-space coordinates, and if the decision affects the
general population, then the common interest must prevail over individual
interest; however, if the decision affects specific individuals but not the
general population, then the welfare of these individuals must also be taken
into consideration. In any case, those taking legislative decisions must ask
themselves whether their decisions affect fundamental rights and whether
they might enter into conflict with other rights, with the welfare of those
affected, or with such principles and values as human dignity, which is
open to many different interpretations.
In making its proposals, the Bioethics and Law Observatory Opinion Group
prefers to work from the basis of freedom as opposed to fear. We also aim
to establish the conditions, and limitations, if necessary, for application of
our proposals. We hold that it is possible to reach consensus on what should
be done in given circumstances, although the reasons underlying this agreement
may be different. Only if we accept that agreement on a set of actions
35
is possible despite the existence of divergent principles, can we advance in
dealing with and solving the problems now emerging in Bioethics.

37
DECLARATION
REASONS FOR THE DECLARATION
Given that the problems arising from new reproductive technologies can
only be faced in a context of plural discussion, a coming together of specialists
from different social and scientific fields and in-depth social debate.
That one of the objectives of the state is to promote health and scientific
research, so as to improve the quality of human life.
That we should not place obstacles in the way of human reproduction and
that reproductive decisions should be in the hands of the individuals involved.
That, when certain requirements are met, there can be no reasonable objection
to sex selection for non-therapeutic purposes.
That an in-depth social debate is required in order to establish guidelines
for state legislation.
And in the awareness that the criteria for action in Bioethics must be subject
to regular readjustment, in keeping with scientific advances.
The Bioethics and Law Observatory Opinion Group has reached the following

39
CONCLUSIONS
1. Sex selection must never be employed as a means of discrimination.
Presently available studies indicate that there is no defined preference for
either of the two sexes, in our country and in other developed countries,
and that allowing parents to preselect the sex of offspring would not lead to
any demographic imbalance.
The cultural traditions which prefer male births unfortunately resort to other
unacceptable methods to ensure male offspring. Infanticide of female babies,
post-echography abortion of female foetuses, abandonment of newborn
female babies or the well-known consequences of the one-child law,
all of which are unacceptable, fortunately are not present in our society.
2. Although it is not possible to consider the existence of a right to select
the sex of future offspring, in our view it is not reasonable for the state to
prohibit sex selection, as it does at present. Sex selection should be permitted
if reliable techniques exist and if the means employed are proportionate
to the objectives.
Just as a balance is established between the objective of giving birth to a
healthy baby and the means employed (preimplantation diagnosis) and sex
selection is authorised for diagnostic or therapeutic purposes (with the corresponding
discarding of potentially healthy embryos of the other sex), in
our view sperm sorting is a simple, innocuous technique, the use of which
is proportionate to the objective of satisfying a legitimate yet not crucial
desire.
3. Sex selection by sperm sorting for the purpose of complying with
parents’ desires, should be authorised.
In general, the argument employed to justify sex selection is the wish to
have a “balanced family” –a reflection of the value of diversity–. However,
although this may be the most frequent reason, it would appear to be more
reasonable to accept a simple preference as a sufficient reason for selection,
in that the gender of future children may be especially important for
certain parents.
40
The welfare of the future baby and avoidance of the possibility of the need
for therapeutic abortion –whether due to the mother’s psychological health,
or as a mere option– would seem to indicate that the availability of sex
selection should not be conditioned to criteria of a “balanced family”.
Clear, comprehensive information must be made available, including statistics
on success rates, so that the mother or couple can make an informed
decision and so as to avoid possible abuses. At present sperm sorting techniques
succeed in approximately 90% of cases for preselection of a girl,
and only slightly over 60% for preselection of a boy.
4. Sex selection by means of embryo selection is, in principle, disproportionate
to the final aim. However, it could be accepted in specific circumstances
if certain requirements were met:
a) If the preimplantation diagnosis is carried out only for the purposes of
sex selection, the couple must formally undertake to use or donate for reproductive
purposes embryos of the unwanted sex.
b) If the preimplantation diagnosis is carried out for therapeutic reasons,
the criterion underlying sex selection must be that of scientifically ensuring
successful reproduction. Should there be embryos of the other sex which
are equally healthy and viable, the couple will be informed so that they can
decide on their transfer.
As in all assisted reproduction, the priority must always be the health of the
potential newborns, and sex selection can only be contemplated when this
first requisite has been complied with.
In all cases, acceptance in an embryo donation programme will be subject
to the usual legal and scientific conditions.
41
MEMBERS OF THE BIOETHICS AND LAW OBSERVATORY
OPINION GROUP WHO HAVE DRAWN UP THIS
DOCUMENT
María Casado. Directora del Observatori de Bioètica i Dret y del Máster
de Bioética y Derecho de la Universitat de Barcelona.
Josep Egozcue. Catedrático de Biología Celular. Universitat Autònoma
de Barcelona.
Pilar Antón. Profesora Titular de Ética y Legislación. Universitat de Barcelona.
Maria Jesús Buxó. Catedrática de Antropología Cultural. Universitat de
Barcelona.
Mirentxu Corcoy. Catedrática de Derecho Penal. Universitat de Barcelona.
Roser González Duarte. Catedrática de Genética. Universitat de Barcelona.
Fernando Marina. Biólogo. Instituto CEFER. Barcelona.
Simón Marina. Médico. Instituto CEFER. Barcelona.
María Jesús Montoro. Catedrática de Derecho Administrativo. Universitat
de Barcelona.
Jaime Peris. Catedrático de Derecho Penal. Universidad de Murcia.
Francesca Puigpelat. Catedrática de Filosofía del Derecho. Universitat
Autònoma de Barcelona.
Albert Royes. Profesor de Ética Médica, Facultad de Medicina. Universitat
de Barcelona.
Javier Sádaba. Catedrático de Ética. Universidad Autónoma de Madrid.
42
Ana Sánchez Urrutia. Profesora Titular de Derecho Constitucional.
Universitat de Barcelona.
Josep Santaló. Profesor de Biología de la Reproducción. Departament de
Biologia Cel•lular. Universitat Autònoma de Barcelona.
Carlos Simón. Director de Investigación del Instituto Valenciano de Infertilidad.
Valencia.
Ramon Valls. Catedrático de Historia de la Filosofía y Síndic de Greuges
de la Universitat de Barcelona.
Anna Veiga. Directora del Servei de Biologia. Departament de Ginecología.
Institut Universitari Dexeus, Barcelona.
Francesca Vidal. Catedrática de Biología de la Reproducción.
Departament de Biologia Cel•lular. Universitat Autònoma de Barcelona.

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